Algunas personas se refieren a Brasil con la expresión “o más granye do mundo”. Ahí, los brasileros tiemblan porque la expresión “mais grande do mundo “ evidencia que la persona que dijo eso, sencillamente no conoce este país. 

No obstante, la idea de que las cosas en Brasil tienen unas proporciones continentales es correcta, así como la idea de que el latinoamericano promedio lo desconoce. Quienes le llevan una ventaja al resto de la región son los amantes del fútbol dado que la Libertadores es dominada hasta la final, con poquísimas excepciones, por algún equipo brasilero.

Con pocas excepciones, incluyendo el fútbol, la potencia brasilera es cautivante y a la vez muy lejana. 

Sin ánimo de aumentar los egos, porque los primeros que brincarían serían los argentinos, pero sin otra forma de describirlo, Brasil es el mundo. Todo cabe aquí. Lo bueno, lo malo y lo feo como diría Clint Eastwood. Lo sublime y lo injusto. Además de los contrastes, se dice por ahí que el pasaporte más codiciado es el brasilero.

Todo el mundo puede ser nacional del gigante suramericano: aquí están todos los colores, formas y sabores. Es un laboratorio de la complejidad humana y ecosistémica. De inyectársele intencionalidad al impacto de las iniciativas creadas aquí (ya sea en políticas públicas o soluciones de mercado) impactan el Mundo.

De todos los asuntos y temáticas apasionantes, se escogieron arbitrariamente 3 para tratar de explicarlas en este espacio: Educación – Energia Vital – Longevidad.

Esa decisión no parte de un ejercicio con rigurosidad científica, ni necesariamente de una correlación lógica. Es un intento de dar visibilidad a historias e iniciativas que pueden inspirar otras realidades.

No son excluyentes y tampoco dependientes, son áreas fértiles para dar visibilidad, principalmente en español, a la forma en la que desde Brasil, principalmente en São Paulo, se están creando realidades más incluyentes y menos jerárquicas. En cada apartado se explica en detalle las reflexiones y oportunidades.